sábado, 21 de abril de 2012

CULTURA (TECNO-)CIENTÍFICA, POLÍTICA Y RIESGO AMBIENTAL ¿“Felicidad colectiva” o vulnerabilidad social? por, Edgardo E. Datri y Jorge L. Datri

I
La bandera acude al paisaje inmundo...
La más cínica prostitución alimentaremos en los centros.
Masacraremos las lógicas rebeliones.
¡En los países esquilmados y apaciguados! –al servicio
de las explotaciones militares e industriales más monstruosas…
… por obra de la ciencia…corrompidos por el confort;
la explosión para el mundo en marcha. El verdadero camino.
¡Adelante, marchemos!
Arthur Rimbaud: Democracia (1886, en Iluminaciones)

Hemos tenido en “Nuestra América” (José Martí) muy pocas épocas de sosiego: hubieron cinco guerras y diecisiete golpes de estado.

A pesar de esta realidad histórica descomunal y del epígrafe de Rimbaud, nuestros pueblos deben confiar en que la democracia, aun con sus aberrantes deudas, no está definitivamente perdida. José Saramago, en ocasión de una entrevista periodística, dijo: “las victorias se parecen mucho a las derrotas en que ni unas ni otras son definitivas” (García Márquez, 2010: Yo no vengo a decir un discurso). Sabias palabras las del “comunista hormonal”, en especial por la hipocresía de muchxs políticxs, tecnócratas, comunicadorxs sociales y académicxs, que sin poder esconder su fingido y argumentado dolor, reivindican la victoria del ideal democrático cuando unos fueron responsables de la erosión del Estado social, y otros cómplices de la imposición del “pensamiento único” y del “fin de las ideologías”; dos instrumentos de retórica malsana utilizados para enmascarar la desaparición del Estado-nación, el esplendor de la globalización capitalista y la petrificación de los principios y valores comunitaristas. Es en este sentido que la política tiene algo de tragedia... y no es una contraprueba de ello el “infantilismo” de cierta izquierda “clasista”.

Cuando hablan de “pueblo”, esos operadores políticos no se están refiriendo a nada concreto, según la opinión de Pierre Rosanvallon, en La contrademocracia. La política en la era de la desconfianza, el pueblo es un concepto polisémico que se materializa como “pueblo elector”, “pueblo social”, “pueblo principio”, “pueblo vigilante”, “pueblo veto” y “pueblo juez”; de allí que con independencia de su estricto sentido etimológico, “democracia”: demos=pueblo y kratos=poder, en tanto concepto tiene una significación políticamente ambigua. Tan imprecisa, que nuestros problemas de desarrollo -al estilo del Occidente (etno-/euro-/antropo-)céntrico- devienen de la extraviada relación entre la ética y el par política-economía. Por lo tanto, uno de nuestros objetivos será el de relatar los contextos en los que los niveles de inequidad social no mejoran, porque son escasxs lxs investigadorxs poseedores de saberes (tecno-)científicos que los apliquen para resolver problemas que afectan a la mayoría de la sociedad.

La historia muestra que las democracias liberales nunca cumplieron con la promesa de la “felicidad colectiva”, tal como proclamara el revolucionario francés Sain Just en un discurso pronunciado ante la Convention del 3 de marzo de 1794. Ejemplo de ello es que esas democracias fueron parte responsable del surgimiento del fascismo, del nazismo, del colonialismo y del imperialismo en cualquiera de sus rostros; lo cual explica la decepción de muchos ciudadanos que van cada vez menos a las urnas, sin que por ello devinieran en sujetos pasivos, como podrían presuponer lxs gobernantes imposibilitadxs, siquiera, de fingir el dolor de sus representadxs. Mas cuando se les interpela, recurren a una argumentación falaz: verbalizan el inconsistente recurso de los votos recibidos.

Con el fin de insistir en la necesidad de (re)construir un contrapunto para un análisis de las algunos de los argumentos esgrimidos en La tecnociencia y la tecnocultura en la era de la globalización (E. Datri, 2010), para poner en evidencia la imposibilidad de coadyuvar al desarrollo de una democracia sustantiva mientras persista la turbia afinidad entre la “sociedad del conocimiento” y la “sociedad de mercado”; cuyos fundamentos fueron establecidos desde la consagración del “Modelo Lineal de Desarrollo” y la concepción “esencialista” de los saberes (tecno-)científicos, vigente a partir del “Proyecto Manhatan” desarrollado en EEUU durante la Segunda Guerra Mundial. Estas cuestiones…
favorecieron el surgimiento de dos nuevos tipos de “ingeniería productiva”: la “integración” como una vía remozada de ganancias y productividad, y la búsqueda de “flexibilización” en las líneas de producción. El elemento básico de estos dos nuevos tipos de “ingeniería productiva” lo constituyen las herramientas productivas programables, esto es, la robotización de varias de las esferas del proceso de producción. (E. Datri, 2010: 86)

Hoy más que nunca, se observa el agotamiento de los procesos clásicos de ganancias por productividad que eran propios de las técnicas taylorianas y fordianas de organización del trabajo y de la producción. Hoy más que nunca, a partir de la precariedad y la flexibilización laboral, se somete a lxs trabajadorxs a procesos de explotación y alienación que lxs ha convertido en esclavxs de la economía de mercado o del propio Estado a través de “contratos de locación de servicios”. Hoy como hace unos años atrás, pretende volver con fuerza arrolladora el panegírico de Milton Friedman en la Libertad de elegir:
Los precios que emergen de las transacciones voluntarias entre compradores y vendedores –en síntesis, en el mercado libre- son capaces de coordinar la actividad de millones de personas, cada una de las cuales no conoce más que su propio interés (…) El sistema de los precios cumple con esta tarea en ausencia de toda dirección central, y sin que sea necesario que la gente hable entre sí, ni se guste (…) El orden económico es una emergencia, es la consecuencia no intencional y no querida de las acciones de una gran cantidad de personas movidas únicamente por sus intereses. (Rosanvallon, 2006 (1979): 9)

¡Acaso estamos preparados para terminar con la tiranía del mercado y dar cauce a la “felicidad colectiva” de la que hablaba Sain Just!

Si no es así: ¿qué es entonces lo que constituye el valor de un régimen político basado en una democracia sustantiva?, ¿necesita la (tecno-)ciencia, como el arte o la justicia, una crítica externa realizada por ciudadanxs que no vivan entre probetas, microscopios electrónicos y otros dispositivos de investigación?, ¿cómo, para qué y por quiénes desarrollar políticas de investigación o de innovación y desarrollo (I+D)? Nos referimos a políticas públicas que garanticen la participación plural de sujetos sociales, portadores de “saberes realizantes” que no sean necesariamente legitimados por la expertise de las academias, las fundaciones o la industria. ¿A quién le temen gobernantes, expertise y corporaciones?, ¿será a la descorporatización de la opinión; a la desaristocratización del conocimiento; a la deslocalización de la “autoridad científica” o a una combinación de estas tres cosas?

Estos interrogantes nos harán incursionar, aunque sea brevemente, por los siguientes temas: a) las nociones de régimen de saberes más difundidas; b) el liberalismo y la privatización de las (tecno-)ciencias en las democracias de “baja intensidad” y c) la conciencia y el pensamiento ecologizado: un nuevo rearme de saberes que le ponga punto final a la fragmentación dicotómica -propia del “proyecto inconcluso” de la Modernidad (Habermas)- entre el hombre y la naturaleza.
Por ende, si hay voluntad colectiva para (des)colonizar y re-democratizar los “saberes realizantes”, será un deber de ciudadanía -en la “Tierra patria” (Edgar Morin)- dar cauce a la “felicidad colectiva”, un bálsamo para la vulnerabilidad social en tiempos de democracias de intensidad” (Mirta Mántaras); de allí que nos parezca pertinente recordar que Hans Jonas, para mitigar los terrores de ayer, dijera:
No existe una clave para nuestro problema, ninguna panacea para la enfermedad que padecemos. El síndrome tecnológico es mucho más complejo por eso, y tampoco es cuestión de escapar de él… la aventura tecnológica debe proseguir; en adelante los correctivos… exigen un nuevo desafío técnico y científico, que engendra nuevos riesgos que le son propios. Así, alejar el peligro es una tarea permanente, cuyo cumplimiento está condenado a seguir siendo una labor deslavazada y muchas veces incluso un remiendo. (El principio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica, 1973-1995: 142)

II
El Sur me recordaba los incidentes miserables de mi infancia,
mis desesperaciones del verano, la horrible cantidad de fuerza y
ciencia que la suerte siempre apartó de mí. ¡No!, no pasaremos el verano
en este país avaro donde nunca seremos más que novios huérfanos.
Arthur Rimbaud: Obreros (Ob. cit.)

Un pasaje de las Tesis sobre el concepto de historia (1940) de Walter Benjamin hace referencia a un cuadro de Paul Klee, Angelus Novas…
En él se representa a un ángel a punto de alejarse de algo que lo tiene pasmado. Sus ojos y su boca están desmesuradamente abiertos, las alas extendidas. Este ha de ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que lo empuja irresistiblemente hacia el futuro, al que le da la espalda, mientras los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que llamamos progreso. (Denise Despeyroux, 2008, La escuela de los filósofos: 37)

Progreso que en la globalización capitalista hace añicos los Estados-naciones, y se perpetúa triunfante conduciendo a millones de personas a sucumbir frente al consumismo voraz; la distracción mediática caracterizada por la caricaturización de la realidad, el análisis binario y maniqueo del destino que debe tener el “bien común”, el culto a lo efímero, los recortes sociales sin que la prioridad del espacio político y económico se centre en el ser humano; todos signos que nos hacen pensar que estamos transitando una civilización posthumana, una auténtica “crisis civilizatoria”. Ejemplo de ello son lxs olvidadxs de siempre, los que ni siquiera son concientes de…
Este volcarse hacia delante de la modernidad, esta anticipación de un futuro indefinible y ese culto de lo nuevo… la exaltación del presente… expresa algo más que la experiencia de la movilidad en lo social, de la aceleración de la historia, de la discontinuidad en la vida. Este valor nuevo atribuido a la transitoriedad, a lo elusivo y efímero, la celebración misma del dinamismo, revela una nostalgia por un presente inmaculado y estable. (palabras de Jürgen Habermas, “Modernidad: un proyecto inconcluso”, en Despeyroux, ob. cit., 87).

A decir verdad, Edgar Morin no se equivoca cuando dice: “Nos vemos aquí remitidos al motor efectivo de la revolución que vivimos: la ciencia” (Introducción a una política del hombre, 1999-2002: 48), nosotros decimos: la (tecno-)ciencia, que no tiene como camarada de viaje a la (con)ciencia, porque a esta altura ha reemplazado su capacidad para garantizar el bienvivir con emancipación por su capacidad para dominar y aniquilar el mundo, les hace creer a muchxs que la técnica y la ciencia son una esencia que, por su carácter universal, hace inevitable el desposeimiento de las identidades y la desintegración de las culturas que resisten la herencia de la Modernidad de Occidente y su racionalidad instrumental.

Mas si quienes gobiernan se hubieran formado, con (con)ciencia, en las nociones básicas de una cultura (tecno-)científica innovadora -de tipo botton up -, podrían haber extendido el radio de acción de las políticas públicas a la economía, la salud, la educación, la prosperidad y el bienestar de los más; sin temor al fracaso y a la gestación de herramientas represivas como ha sido, en la Argentina presente, la aprobación de una “ley antiterrorista”. Una ley que permitirá resolver las tensiones entre economía de mercado, sociedad y (tecno-)ciencia a favor del huracán destructor de la lógica del mundo de los negocios.

Entonces, si el Estado-nación o el partido político que ocasionalmente represente la voluntad mayoritaria de lxs ciudadanxs, es incapaz de desestructurar esa lógica, tenemos motivos más que suficientes para pensar que la disfunción de las políticas públicas está dada porque los problemas que vinculan el desarrollo con la (tecno-)ciencia se plantean desde una planificación cortoplacista; como dice Morin:
bajo el apremio de la urgencia: urgencia del problema del hambre, que se agudiza con el problema del crecimiento demográfico; urgencia del problema de las necesidades, que se plantean y surgen con el descubrimiento de la civilización del bienestar y el individualismo; urgencia de la emancipación económica y política que experimentan las nuevas nacionalidades. (Ob. cit.: 93)

Por lo tanto, sin el deseo de caer en sesgos de paroxísmo, nos permitimos no acordar con algunos de los pasajes de la alocución de la Presidenta, Cristina Fernández, realizada desde Puerto San Julián (Santa Cruz) el 29 de marzo de 2012: “Si se hacen bien las cosas y con responsabilidad, no hay industria que no sea amigable con el medio ambiente y sustentable”, más adelante habló de la “necesidad que las corporaciones entiendan que no hay cambios de regla de juego”, solicitando a la sociedad que encare una discusión “madura, reflexiva y serena” .

¡“Responsabilidad”, “sustentable”, “no hay cambios de reglas de juego”!, en verdad, a esta altura creemos que ciertas expresiones deben recibir críticas radicales para devolverle su savia a la política, o al menos para aventurarnos a pensar en una antro-bio-política. En este sentido, un gobernante o una gobernante con capacidad para esquivar cualquier situación dilemática no puede ignorar que las multitudinarias protestas contra la megaminaría están precisamente vinculadas a: i) la irresponsabilidad de las corporaciones mineras+gobiernos provinciales+gobierno nacional; ii) al concepto subyacente de “sustentabilidad” y iii) al hecho de que “hay cambios de reglas de juego”, toda vez que el Estado Nacional al haber asumido el compromiso como integrante de la comunidad internacional, de trabajar en pro de la protección de un medio ambiente sano para el desarrollo integral del ser humano, incumple con numerosos instrumentos internacionales y regionales que suscribió: Sistema Internacional: D.U.D.H. de 1948; P.I.D.E.S.C. de 1966; P.I.D.C.P. de 1966; Protocolo Facultativo del P.LD.C.P.; Declaración de Estocolmo de 1972. en particular principios 1 y 2; Carta Mundial de la Naturaleza de 1982, en particular principios generales; Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo 1992, en particular principios 1, 2, 3 y 4; Declaración y programa de Acción de Viena de 1993, en particular art. 11; Convención de Estocolmo sobre Contaminación Orgánica persistente de 2001; Sistema regional: D.A.D.H. de 1948, en particular arto XI; C.A.D.H. de 1969; Protocolo de San Salvador de 1998, en particular arto 11; Carta Democrática Interamericana de 2001, en particular art.1; Resolución de la O.E.A. n° 1871/02 sobre Promoción de la Responsabilidad Social.

Lxs gobernantes saben que al tomar decisiones que puedan afectar la calidad de vida de la población, están obligadxs a velar por el respeto a todos los derechos humanos, lo cual significa que no deben excluir los derechos de tercera generación, tal como el derecho a la preservación y cuidado del medio ambiente, en tanto cualquier acción que se realice en él impacta, a largo o corto plazo, sobre nuestras vidas cotidianas y las de las generaciones venideras.

Llegados a este punto, creemos que no se puede dejar pasar que la lucha de pueblos como el de Famatina y el de Andalgalá, en Catamarca, para erradicar la explotación minera a “cielo abierto”, no solo debe analizarse bajo la perspectiva de la defensa de la bio-diversidad, sino, también, como una flagrante violación de los DD.HH. por parte de los gobiernos provinciales y el gobierno nacional.
El gobernador de San Juan, José Luis Gioja, comparó a los ambientalistas que se oponen al proyecto minero de Famatina con Adolf Hitler: “(…) hay algunas coincidencias entre el régimen nazi y los ecologistas (…) hay mucha gente que critica, que se golpea el pecho con las minas de oro y tienen los dientes de oro y la amante con dientes de oro”... ¿Con cuál de los Hitler los comparó?: con el que desafió la autoridad paterna porque había decidido convertirse en artista, pero cuando aun no tenía veinte años de edad terminó siendo un genio incomprendido porque fracasó en el examen de ingreso a la Academia de Bellas Artes en Viena; con el que consideraba en su Mein Kampf que: “Las masas (…) no se averguerzan de ser aterrorizadas intelectualmente, y apenas tienen conciencia del hecho de que se abusa de su libertad como seres humanos (…) La vehemencia persuade a las masas –mientras más fuertes se pronuncien las palabras, más se cree en ellas”; o con el antisemita lóbrego que, como él, leyó lo suficientemente a Karl Marx como para llegar a la conclusión de que, siendo Marx judío, todos los judíos “y ambientalistas” eran comunistas.
(Datri, E., 2012, (Des)Colonización de los Derechos Humanos)

A raíz de estos agraviantes comentarios preguntamos, como lo hace León Olivé: “¿Hasta qué punto los ciudadanos deben saber?”, pues…
El creciente impacto social, cultural y ambiental de los sistemas científico-tecnológicos ha llevado a una preocupación por su evaluación y por la posibilidad de que diferentes grupos sociales, no sólo los expertos científicos y tecnólogos, ni sólo los políticos, puedan intervenir para encauzar su desarrollo. Éste es el desafío que se presenta, por ejemplo, en el caso de los cultivos transgénicos o de los brotes epidémicos como el de la influenza AH1N1 (…) Esto significa poner al frente de la discusión los fines y los valores en función de los cuales se genera, se desarrolla y se aplica un sistema científico-tecnológico. Entonces es necesario discutir quiénes son los agentes pertinentes para realizar la evaluación. ¿Sólo deben participar en la evaluación los expertos? Muchos autores sostienen que se requiere la participación ciudadana. Esto incluye aspectos de legislación, de políticas públicas de ciencia y tecnología, así como la evaluación de los sistemas científico-tecnológicos mismos, incluyendo sus impactos sociales y ambientales. (Olivé, León (2009): “¿Hasta qué punto los ciudadanos deben saber?”, en Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación. Proyectos de Divulgación y Cultura Científica, OEI. Disponible en: http://www.oei.es/salactsi/ctsdocoz.php. Consulta: 5 de abril de 2012)

Sabrá el Gobernador de San Juan, José Luis Gioja, de la importancia de buscar consensos sociales a nivel local para garantizar una buena “Gestión Integral de los Riesgos de Desastre”...
“de acuerdo a la bibliografía especializada y las recomendaciones de buena práctica que señalan algunos organismos internacionales (como la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres o EIRD, de las Naciones Unidas) indican que el nivel local-municipal es el más adecuado para llevar a cabo experiencias de gestión” integral de los riesgos de desastre, en tanto es a nivel local “donde se expresarán los daños y las pérdidas, y se posibilitará materialmente la intervención (…) sobre todo (… por…) la proximidad de los actores locales en la escena (…) En términos generales, hay acuerdo en que el desarrollo sostenible debe estar basado en consensos sociales (…) buscando el siempre difícil equilibrio entre el desarrollo social, el económico y el ambiental, actual y futuro”. (Silvia G. González, “Hacia una Gestión Integral de los Riesgos de Desastre”, en Raquel Gurevich (com.): Ambiente y Educación, 2011, 168-169)

Entonces, cuando analizamos -de manera “madura, reflexiva y serena” las expresiones vertidas por estxs funcionarixs, encontramos un fuerte contraste con lo planteado por el Dr. León Olivé y la Dra. Silvia González: mientras ellos hacen un abordaje que supera, tanto los posicionamientos del paradigma fisicalista como los riesgos tecno-burocráticos de la gestión privada-estatal, advertimos que se insiste en la antigua fe en un progreso continuo en el que muchxs quedan presos de una nueva forma ideológica que asume la dominación capitalista, y no de un capitalismo que aparenta estar más allá de cualquier ideología. Parece ser que el “proyecto inconcluso” del que nos habla Habermas es el espectro de “la mano invisible del mercado”… ¡que naturalmente adoptará con responsabilidad todas las medidas de precaución y prevención! Un Marx situado aquí y ahora, estaría errado si dijese: “Un espectro se cierne sobre el mundo: el espectro de la Revolución Científica”. ¿Qué decepción resultó ser la supuestamente neutral revolución científica?, tan “débil en su radicalidad” dirá Morin (ob. cit.: 39). Y tan débil, que con frecuencia ha favorecido la consolidación de los poderes antes que la emancipación de los pueblos del mundo y su “felicidad colectiva”.

Volviendo a las palabras de la Presidenta Cristina Fernández, es obvio que no le estaba hablando a un “pueblo principio”, sino a los gobernadores de las provincias mineras agrupados en la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) y a muchos de los poderes fácticos que son parte del capital expoliador, de allí que no pudo evitar caer en los reduccionismos de los optimistas (tecno-)científicos. Ni ella ni los gobernadores de la OFEMI ni la expertise que les asesora (aquí incluimos al Ministro de Ciencia y Técnica de la Nación, Dr. Lino Barañao) deben haber leído el volumen 11, número 4 del Internacional Journal of Occupational and Environmental Health (Diario internacional de salud ocupacional y ambiental), dedicado por entero a un tema de creciente interés: Corporate Corruption of Science (La corrupción corporativa de la ciencia). Los editores, David S. Egilman y Susanna Rankin Bohme, resumen el contenido de esta manera:
Aunque las enfermedades ocupacionales y ambientales son a menudo vistas como fracasos únicos y aislados de la ciencia, el Gobierno o la industria para proteger mejor el interés público, en realidad son el resultado de un sistema omnipresente que afecta el ajuste de prioridades, toma de decisiones e influencias de las corporaciones. Este sistema produce enfermedades porque las normas políticas, económicas, reguladoras e ideológicas priorizan valores de riqueza y ganancia sobre la salud humana y el bienestar del medio ambiente. (Volumen 11, Número 4 - Octubre / Diciembre 2005: 331)

La (tecno-)ciencia no proporciona por ella misma un avance constante para la humanidad. Si bien es fuente posible de solución de necesidades y problemas se debe considerar que también puede generar otros nuevos. La racionalidad instrumental eficientista no es la única posible de ser aplicada como criterio de progreso y la tan mentada eficiencia debe ser evaluada en sus múltiples dimensiones.
En cualquier caso, es preciso repensar y añadir complejidad a la idea de revolución, una idea que se ha vuelto reaccionaria y que camufla en la mayoría de los casos una dominación y una opresión (…) Debemos conservar la naturaleza, conservar las culturas que quieren vivir (como el hombre, toda cultura es digna de vivir y debe saber morir), conservar el patrimonio humano del pasado porque contiene los gérmenes del futuro. Y, simultáneamente, hay que revolucionar este mundo para conservarlo. Hemos de conservar la idea de revolución revolucionando la idea de conservación. (Edgar Morin, ob. cit.: 182)

Del mismo modo, revolucionar es evitar los reduccionismos de los pesimismos (tecno-) científicos en cuanto a que niegan la posibilidad del control de la tecnología, condenando al sujeto a un papel de mero espectador, o en su defecto, a ser solamente parte del “pueblo elector”, negando su capacidad de constituirse en agente social de cambio. Además, se debe negar rotundamente el llamado principio de neutralidad (tecno-)científica. La (tecno-)ciencia no es neutral, modifica los valores y las posibilidades de las sociedades y se deben por ende adoptar actitudes políticas y éticas respecto de ella... pero pedirles actitudes responsables y éticas a las corporaciones no garantiza desarrollo sustentable.

Es en virtud de todas estas cuestiones que el 10 de febrero de 2012 la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, dio a conocer una Resolución en la que después de numerosos considerandos, concluye:

EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA FACULTAD DE CS. MEDICAS DE LA UNR RESUELVE:
Art. 1.- Solidarizarse con las comunidades afectadas por los modelos de producción extractivistas que comprometen la salud de los ecosistemas y, por tanto, de los seres humanos.
Art. 2.- Apoyar los reclamos de los ciudadanos en lucha por la defensa de la vida digna en un ambiente saludable, repudiando los actos de violencia en todas sus expresiones.
Art. 3.- Solicitar al Gobierno Nacional, asuma la responsabilidad de garantizar a todos los ciudadanos de que habitan nuestro suelo, la plena vigencia de sus derechos humanos, frenando las
acciones represivas sobre los movimientos sociales.
Art. 4.- Convocar a todos sus equipos docentes y de investigadores, a ponerse a disposición de las comunidades afectadas por los modelos de producción contaminantes, a los efectos de cumplir con la Visión y Misión de nuestra Casa.
(Ver: http://chicomendesrosario.blogspot.com.ar/ - Consulta: 7 de abril de 2012)

Entre los considerandos tomados en cuenta, son categóricos los siguientes:
Que (…) La enajenación de la tierra, el despojo a los campesinos, la depredación de la fauna ictícola en ríos y mares, el avance de la explotación minera, la contaminación y desaparición de cursos de agua, la utilización de millones de litros de agrotóxicos en las fumigaciones de los campos con soja, maíz, hortalizas, frutales, etc. y el avance de la frontera agropecuaria en desmedro del monte nativo, son determinantes dañinos de la salud de los ecosistemas de los que los seres humanos somos parte.
Concentraciones Urbanas, Agrotóxicos, Transgénicos, Minería, Pasteras, Represas, Centrales Nucleares, Contaminantes Químicos, Biodiversidad Diezmada, Destrucción de Territorios y Poblaciones en franca diáspora despojadas de los bienes comunes, forman parte de nuestras cotidianeidades, y deben ser identificadas como problemas del campo de la salud por los responsables de definir políticas públicas. Existen ya pruebas científicas concluyentes acerca de los daños que a la salud de los ecosistemas y por tanto de los humanos, provocan los modelos productivos que se están imponiendo en nuestros países, por lo que resulta inaceptable la excusa de los responsables políticos que se escudan en la supuesta debilidad de las mismas en lugar de aplicar el “principio precautorio”;
Que el (…) documento del Banco Mundial, conocido como el “Informe Summers”, aconseja “que una cantidad dada de contaminación perniciosa a la salud debe hacerse en los países de menor
costo, que son los de menores salarios” y en la “escasa incidencia del cáncer en las comunidades donde ya se mueren tempranamente por otras causas”;
Que en este sentido puede entenderse el avance en nuestros territorios de modos de producción altamente contaminantes, como ser la agroindustria transgénica dependiente de tóxicos, la minería a cielo abierto, la fabricación de pasta de celulosa, la producción de aceites vegetales, la extracción de petróleo, entre otros;
Que para llevar adelante esa estrategia se vulneran los derechos de los ciudadanos a nacer, crecer y desarrollarse en un ambiente saludable;
Que en el caso de la minería las fuentes de contaminación pueden ser: tajos y galerías, pilas de
lixiviación, escombros, colas;
Que éstas áreas no siempre son controladas y en ellas se encuentran contaminantes tóxicos que se filtran al ambiente;
Que la actividad minera que se desarrolla a cielo abierto e implica la utilización de procedimientos químicos para la extracción de metales, daña severamente el ambiente y en consecuencia a los seres
humanos y sus comunidades;
Que uno de los componentes fundamentales en el proceso de extracción de minerales a cielo abierto es el cianuro, (compuesto químico a base de carbono y nitrógeno, conocido desde hace varios cientos de años por sus propiedades biológicas tóxicas y su capacidad de unirse fuertemente a metales);
Que en promedio para extraer un gramo de oro (1 gr) es preciso pulverizar 4.000 kg (4 tn) de piedras y disolverlas con casi 4 kg (4.000 grs) de cianuro;
Que entre las características tóxicas del cianuro está la de bloquear la enzima citocromo oxidasa de las mitocondrias, con lo que interfiere en el proceso de respiración celular, llevando a la muerte de los organismos que intoxica;
Que otro de los elementos utilizados en los procesos megamineros extrativistas que se intentan imponer en nuestra región, es el mercurio, (metal pesado, con propiedades neurotóxicas);
Que en el caso específico de la minera Bajo La Alumbrera, está autorizada a consumir 100 millones de litros de agua por día de la reserva acuífera del Campo del Arenal; alto consumo (casi el doble del
consumo de toda la Provincia de Catamarca);
Que el informe “Impacto de la megaminería sobre las poblaciones locales en Argentina” elaborado por Juiette Renaud, Asesora del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, asegura que “el impacto mas grave de os grandes proyectos mineros es la contaminación del agua, en estanques, arroyos, ríos y lagos de la región”, aunque también “contamina lso suelos, lo cual tiene un impacto
fuertemente negativo sobre la vegetación y la productividad de los mismos”, a partir del depósito de partículas sedimentadas por el vertido de productos químicos, por filtración a partir de los
lixiviados;
Que las poblaciones son expuestas entonces a consumir alimentos, agua, respirar aires, contaminados por productos químicos presentes en el ambiente a partir de estos modos productivos;
Que ya existen causas judiciales abiertas por contaminación y daño a la salud y al ambiente de este tipo de modelos extractivos, uno de los cuales es el iniciado por el Fiscal de Cámara de Tucumán, quien denuncia a la Minera La Alumbrera, y prueba la presencia en agua de Arsénico en valores 20000 veces superiores a los permitidos por la legislación, así como de Cadmio (5000 veces más), Cobre (20 veces más), Mercurio (10000 veces más), Plomo (60 veces más), Selenio (1000 veces más);
Que éstos emprendimientos, en nuestro País, ya han sido responsables de al menos 4 derrames (17/9/2004, 10/6/2006, 12/6/2006 en Villa Yil y Diciembre de 2008 en Ampujaco);
Que, como documenta la Universidad Nacional de Córdoba en su Resolución HCS Nº 1308/2009: “En marzo de 2007 la Secretaría de Minería de la Nación elaboró un informe en el que se refiere a los elevados contenidos de metales en el canal DP2 indicando que el efluente de la planta de tratamiento de Minera Alumbrera presenta concentraciones de sólidos totales disueltos (SDT) sulfatos y molibdeno detectadas en el comienzo del canal que superan los límites normados” lo que evidencia la debilidad de las autoridades de control para evitar riesgos;
Que, por ejemplo, un estudio de la Universidad de Jujuy, reveló que “el 81% de los niños de Abrapampa, Jujuy, tienen plomo en sangre en cantidades dañinas para su salud” (en esa localidad funcionó la Mina “Pan de Azúcar”, y aún funciona la mina “Pirquitas”);
Que en nuestro país, el “Informe preliminar sobre vulneración de derechos y conflictividad socio-ambiental minera” presentado ante la Defensoría del Pueblo de la Nación por la Red de Asistencia Jurídica contra la Megaminería a fines de 2011, contabilizó 121 proyectos en “exploración
avanzado” (en los que ya se conocen las ubicación y calidad de las reservas pero aún no se resuelve la solvencia económica para dar inicio a la explotación), encabezando la lista Santa Cruz (36 proyectos), Salta (17), Chubut (14), San Juan (11) y Jujuy (8), le siguen Neuquén (7); Mendoza, La Rioja y Río Negro (6 cada una) y Catamarca (4);
Que según dicho informe “Los proyectos son propiedad de 51 empresas, sólo dos de capital nacional y 49 de capital transnacional: Canadá, Reino Unido, Australia, Estados Unidos y Suiza (entre otros)”, advirtiendo que “la instalación de transnacionales mineras implica diferentes conflictos sociales, jurídicos y ambientales, entre los que destacamos la utilización intensiva de químicos de alta toxicidad y el consumo masivo de agua y energía, situación que coloca a la actividad en una condición estructural de tensión con las poblaciones y actividades económicas locales”;
Que según el informe “Renaud” ya mencionado“, las grandes empresas trasnacionales consiguieron ampliar su área de influencia gracias a una supuesta “acción social y comunitaria” en los pueblos en
los cuales se instalan, otorgando subvenciones a instituciones comunitarias (hospitales, escuelas, etc), hecho que debilita el argumento de las “licencias sociales” garantizadas;
Que se han hecho públicas las pruebas que vinculan a representantes de las empresas mineras con actividades de “espionaje e inteligencia” contra los vecinos movilizados en defensa de la vida y el
ambiente saludable;
Que en los últimos días hemos sido testigos de cómo las fuerzas de seguridad del Estado (primero) y grupos para-policiales y promineros (luego), han ejercido acciones de vulneración de los derechos constitucionales de muchos ciudadanos y ciudadanas de las regiones en conflicto, llegando incluso a lesionar físicamente a manifestantes;
Que la Constitución Nacional en su arto 41, primera parte, establece que "Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente• sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley."


A partir de estos considerandos, concluimos que cuando ciertos grupos de poder hacen referencia a los conceptos de “sostenibilidad” o “sustentabilidad”, su significación también deja de ser unívoca, menos aun inequívoca. Para los organismos multilaterales de crédito, especialmente para el Banco Mundial, la “sustentabilidad” o la “sostenibilidad” funcionan como criterios para juzgar instituciones y prácticas vigentes en las sociedades modernas. Con dichos conceptos, se supone, entre otras cosas, que el cambio fundamental no se realiza en el plano del pensamiento divergente sino a favor de un “pensamiento único”. Además, el cambio no se da en el “modelo lineal de desarrollo”, ni en las condiciones materiales y subjetivas de existencia. Asimismo, no se modifican los conceptos culturales-fisicalistas de la (tecno-)ciencia, ni los lineamientos básicos del “libre mercado”.

En síntesis, se podría decir que para el Banco Mundial “sustentabilidad” o “sostenibilidad”, entre otras cosas, significan: “democracia insustantiva o formal”, “vida mínima”, “economía de mercado”.

Contrariamente, para quienes son conscientes de la crisis en la subjetividad de las representaciones políticas y la actual crisis civilizatoria, “sustentabilidad” o “sostenibilidad” presuponen: “democracia sustantiva”, “vida digna”, “economía solidaria”.

III
Se vende…aquello que la nobleza ni el crimen saborearon…aquello
que el tiempo ni la ciencia reconocerán…¡Se venden los cuerpos sin precio,
ajenos a toda raza, todo mundo, todo sexo, toda descendencia! ¡Riquezas
que brotan a cada paso!... Se venden cuerpos, voces, la inmensa opulencia
indiscutible, ¡aquello que jamás se venderá!
Arthur Rimbaud: Saldo (Ob. cit.)

Éstas son razones que nos permiten creer en la potencia del “comunitarismo” y en la imposibilidad de diálogo alguno con “la mano invisible del mercado”, motivo por el cual, de aquí en más, nos hemos de dirigir al “pueblo principio” para dar cuenta de que en las últimas cuatro décadas ha habido un cambio profundo en el universo social y el de las (tecno-)ciencias, cambio que ha provocado reconfiguraciones en la construcción de saberes relacionados con las prácticas científicas; afectando sus instituciones, sus fundamentos y su relación con el mundo. En este sentido, resulta de interés la tesis de Michael Gibbons (The New Production of Knowledge, 1994), autor que al hacer referencia a los procesos que conllevan a la construcción del conocimiento científico y las intervenciones que facilitan sus aplicaciones, diferencia entre un modo clásico que se extiende desde la Revolución Científica de los siglos XVI y XVII hasta hace unas cuatro décadas atrás, y un segundo modo en el que se han multiplicado las contradicciones y los múltiples intereses puestos en juego por las instituciones o actores sociales intervinientes. El modo clásico estaría centrado en la Universidad y su Ética; en el otro, las Universidades están estrechamente vinculadas con intereses privados, fundaciones y laboratorios públicos. El primer modo tiene una estructura jerárquica y estable de funcionamiento, en la que prevalece la evaluación periódica de lxs profesionales por parte de sus pares y la supremacía de las estructuras de enseñanza mono-disciplinares, que son validadas por docentes e investigadores socializados en un mismo paradigma (p.e., los profesionales del paradigma de la biología molecular o la concepción ortodoxa de la mecánica cuántica). Este modo es el que instituyó el discurso de la ciencia pura y neutral respecto de cualquier juicio valorativo, lo cual le permitió y permite a muchxs científicxs ser políticamente irresponsables. Por otra parte, en este modo, aunque siempre insuficiente para países como el nuestro, los financiamientos provienen de los Estados. El otro modo es, por el contrario, más flexible y transitorio en sus formas de organización. La construcción de saberes tiene, a menudo, su origen en las demandas económicas de los grupos más concentrados de capital, de allí que lxs profesionales deben adaptarse siempre a situaciones novedosas o cambiantes). Este modo moviliza recursos extrauniversitarios y prioriza un tipo de construcción y transmisión de saberes interdisciplinarios y/o transdisciplinarios. Aquí la evaluación del profesorado se somete al veredicto de los sectores industriales-empresariales o del gobierno, quienes toman en cuenta si tal o cual programa de investigación fue técnicamente exitoso. En palabras del propio Gibbons :
El nuevo modo funciona dentro de un contexto de aplicación en el que los problemas no se han establecido dentro de un marco disciplinario. Es trans-disciplinario más que mono o multidisciplinario. Se lleva a cabo en formas no jerárquicas, heterogéneamente organizadas que son esencialmente transitorias. No está siendo institucionalizando principalmente dentro de las estructuras universitarias. El modo 2 involucra la interacción de muchos actores a través del proceso de producción de conocimiento y esto significa que la producción de conocimiento es más socialmente responsable. Una consecuencia de estos cambios es que el modo 2 hace uso de una gama más amplia de criterios para juzgar el control de calidad. En conjunto, el proceso de producción de conocimiento es cada vez más reflexivo y afecta a los niveles más profundos de lo considerado como buena ciencia.

En este modo de producción de conocimiento, tanto lxs expertos como lxs científicxs desempeñan roles importantes en el desarrollo de determinados programas de investigación o como auxiliares para la determinación de políticas de I+D, pero de ninguna manera pueden ser lxs únicxs intervinientes en el proceso de conformación y gestión de dichas políticas. Al respecto, Dominique Preste, en Ciencia, dinero y política, afirma:
lo que está en juego es de tal magnitud (agregamos nosotros a manera de ejemplos: la problemática ambiental y su gestión; la manipulación y aplicaciones de los organismos genéticamente modificados; la reproducción humana técnicamente asistida o los factores que influyen en el cambio climático) que ellos no pueden ser los únicos intervinientes ni los únicos jueces… El mundo económico y la producción de conocimientos mantienen relaciones más estrechas y orgánicas, más variadas y tortuosas que antes, y el mundo social percibe de otro modo la tecnociencia y sus capacidades de transformación; el lazo con lo político, vía la expertise y la discusión social se ha reducido… Desde hace tiempo los “científicos” (… trabajan, decimos nosotros…) bajo patrocinios muy variados: universidades, sin duda, pero también las academias que pueden estar muy ligadas a poderes temporales… instituciones militares. (Pestre, 2003-2005: 24 y ss.)

En términos generales, ambos modos revelan épocas de interacción.

En nuestro país, en algunos casos, asistimos a una de esas épocas, observándose que el “modo 2” de “ciencia en contexto” o “ciencia privada” busca subsumir, a manera de sirviente, al “modo 1” o “modo clásico” de “ciencia pura” o “ciencia abierta”. Situaciones semejantes son frecuentes en los llamados países “desarrollados”, y dieron lugar a todo tipo de conflictos “internos”, en particular cuando la violencia entre los Estados se traducía en guerras, de allí que a lo largo del siglo XX y lo que va del nuevo milenio, la complicidad con la guerra es que ella estuvo…
científicamente organizada, técnicamente racionalizada, con la ayuda estrecha de las elites del saber… Las guerras… requirieron de una organización de conjunto de la economía, una planificación de la producción y de la logística, una racionalización del uso de las armas, y movilizaron matemáticos y estadígrafos, físicos y economistas, químicos y biólogos, psicólogos y especialistas de las ciencias sociales, ingenieros y capitanes de empresas. (Ibid, 46 y ss.)

No vamos a profundizar en la descripción del modo clásico aun vigente en la mayoría de nuestras Universidades, tampoco en los híbridos entre ambos. Es por todxs conocido –pero no admitido por las autoridades gubernamentales y las corporaciones- que ninguna ciencia o ningún arte puede funcionar correctamente con el exiguo presupuesto asignado a las mismas por parte del Estado . Ante esta situación, nos hallamos desconcertados y vemos a nuestras Universidades simultáneamente progresivas y regresivas.

Ocurre que el pretendido entierro de las ideologías por parte de lxs tecnócratas, intenta encubrir el carácter reformista del sistema capitalista que insiste en eliminar cualquier solución que afecte sus fundamentos estructurales así como toda intervención “madura, reflexiva y serena” de lxs actorxs sociales que actúan conforme otros principios.

Si algo debe caracterizar el “modo 2” para minimizar al máximo los impactos no deseables de las aplicaciones (tecno-)científicas, es el principio de “previsión” por parte de las instituciones u organizaciones privadas que llevan a cabo tales aplicaciones. Pero además de este principio, la “responsabilidad” del Estado que debe ejercer un rol vigilante cuando lo que está en juego es la seguridad de los ciudadanos y la integridad de la “cosa pública”. Sin embargo, ¿en la actualidad qué organismo gubernamental considera que la responsabilidad es una cualidad de la que no deben prescindir? Algunos ejemplos ponen en evidencia, tanto la falta de previsión por parte del sector privado como la responsabilidad del Estado:

1) Independientemente de la catástrofe que enlutó al país en febrero de 2012, hace años que se viene discutiendo el tema de la nacionalización o re-estatización de los ferrocarriles, simultáneamente con el desarrollo de una infraestructura que garantice seguridad, rapidez y confort en el traslado de pasajeros o seguridad y rapidez en el transporte de cargas. ¿Pero alguien nos ha dicho algo sobre las desventajas financieras que tiene el ferrocarril?: a) debe pagar las vías que utiliza, b) la capacidad de transporte es limitada si se la compara con el gálibo de un camión de 30 toneladas.

2) Ante estas circunstancias, comparativamente adversas, ¿se ha previsto una responsable inversión en infraestructura carretera, pues la existente provoca las innumerables trombosis ocasionadas por el aumento del tráfico de mercancías a través de vehículos pesados, a lo que se le agrega el significativo aumento de la densidad de vehículos livianos en calles y rutas (consecuencia: el contenido de CO2 aumenta en la atmósfera y aumenta el impacto negativo sobre la estabilidad del clima: la molécula de gas carbónico tiene la característica de absorber la radiación de infrarrojos (invisible) que emite la Tierra cuando es iluminada por el Sol. La luz solar, fuente de calor y, consecuentemente, de vida para la Tierra, queda atrapada en la atmósfera dando lugar a lo que se denomina “efecto invernadero”. ¿Hay solución para esto? Sí, en el caso de los coches, dos sustitutos permitirían reemplazar la gasolina: la electricidad y la pilas de combustible basadas en la síntesis de agua (2 hidrógeno + 1 oxígeno dan una molécula de agua -H2O-, lo cual se traduce en mucha energía). La cosa es delicada y lleva su tiempo, de allí que se deban formular políticas públicas de I+D en esta dirección; pero mientras solo se gestione no habrá quién o quiénes “iluminen el futuro”.

3) Hay una casi nula política del Ministerio de Ciencia y Técnica dirigida a mantener el equilibrio del medio marino, amenazado fundamentalmente por la sobreexplotación de sus recursos haliéuticos. ¿Hay solución para esto? Sí, el fomento de la acuicultura marina.

4) El lobbying de las compañías petroleras, que desde la privatización de YPF y Gas del Estado, hace que muchos funcionarios o exfuncionarios mantengan estrechos lazos con las multinacionales del rubro, y a partir de sus conexiones con el Estado generen, al menos, un protocolo de “precaución” -como existe en otros países- en el que ningún barco de transporte de petróleo que no disponga de casco doble esté autorizado a penetrar en aguas territoriales por el riesgo de derrame ante un siniestro. Y como desastres de esta naturaleza son frecuentes, afectan también las reservas halieúticas. Por otra parte, el Estado debe regular el tema de los vertidos y la limpieza de los barcos en general. ¿Se han previsto medidas de precaución ante la posibilidad cierta de “mareas negras” que también afecten los recursos haliéuticos? Por lo que sabemos, ninguna.

5) Sabemos que sin agua no hay vida, sin embargo tenemos tres problemas que amenazan constantemente los diferentes ecosistemas, y las únicas políticas públicas que se generan dan lugar a un aumento en la probabilidad de amplificar desastres: i) tanto la sequía como las inundaciones son consecuencias de las mismas causas: las modificaciones climáticas, de un lado, ii) el “desarrollo” económico, la ordenación del espacio y el crecimiento demográfico que hace que el ser humano deba enfrentarse a sus exigencias domésticas; agrícolas, con la consecuente argilización de los suelos cultivables por el exceso de abonos tales como los nitratos, los fosfatos y la potasa (estos abonos en contacto con el agua son químicamente muy reactivos, además del aumento de la argilización –su impermeabilización y la consecuente escorrentía- aceleran la degradación de los suelos-) o industriales, tales como la explotación minera a “cielo abierto”. Se nos dice que todo esto es consecuencia del “progreso” que aventura el bienvivir de los ciudadanos, pero el ciclo natural del agua se ha alterado mientras que las necesidades del “desarrollo” agrícola e industrial contaminan su potabilidad. ¿Hay solución para este problema? Sí, “Se trata de mantener los acuíferos inyectándoles agua, ya sea bombeándola de los ríos en invierno o primavera, ya sea reinyectando la que procede de la desalinización del agua de mar” (Claude Allegre, 2004-2007: 41). El recurso tecnológico es barato y eficaz, pero como lleva algún tiempo, conspira contra la disponibilidad de los funcionarios que solo están atentos a las encuestas de opinión.

Leemos en la página web de la Escuela de Educación y Formación Ambiental “Chico Mendes (Rosario, Argentina): “Los dogmas productivistas confluyen para que el agua, fundamento de la vida se evapore, y convierta a la vida en la aridez del ser”. (http://chicomendesrosario.blogspot.com.ar/ - Consulta: 7 de abril de 2012)

Quizá, después de todas estas faltas de precaución y prevención, como tantxs otrxs ciudadanxs que nos sentimos parte del “pueblo social-principio-vigilante-veto-juez”, ante que “pueblo elector”, solo podríamos cambiar de opinión respecto de nuestra decisión de no delegar en otra subjetividad política nuestra pequeña cuota de poder, el día en que las millones de personas a las que se les privan sus derechos tengan la oportunidad de vivir con dignidad, abrigando la esperanza de que no serán acusadas de “terroristas” por un Estado-gobierno que, por presión de las corporaciones y de los Estados Unidos, decidió aprobar una “ley antiterrorista” e instalar en la provincia de Chaco una base de “ayuda humanitaria” del “Gran Hermano” del norte, Estados Unidos… ¡No queremos otra Colombia en “Nuestra América”!

IV
Cuando quede el mundo reducido a un único bosque negro para nuestros
cuatro ojos pasmados –a una playa para dos chicos fieles-, a una casa musical
para nuestra simpatía clara– yo te encontraré.
Arthur Rimbaud: Frases (Ob. cit.)

Ese día será la ocasión para cambiar las normas disciplinarias de la democracia formal-liberal y avanzar en la construcción de una democracia sustantiva, participativa, fraternal y próspera en la que desaparezca la privatización de los bienes comunales. Quizá utópico, pero entre otras, es una de las enseñanzas del gran maestro Ivan Illich:
La gente llamaba comunes aquellas partes del entorno por las cuales el derecho consuetudinario exigía normas específicas de respeto de la comunidad. La gente llamaba comunes aquella parte del entorno que se encontraban más allá de sus posesiones, a las que, no obstante, ellos habían reconocido los reclamos de uso, no para producir bienes, sino para proveer la subsistencia de sus hogares. El derecho consuetudinario, que humaniza el medio ambiente mediante el establecimiento de los bienes comunes fue por lo general no escrito. La ley no estaba escrita, no sólo porque la gente no se tomaba el trabajo de escribirla, sino porque lo que protegía era una realidad demasiado compleja como para ponerla en unos párrafos. La ley de los bienes comunes regula el derecho de paso, el derecho a pescar y cazar, pastar, y recoger leña o plantas medicinales en el bosque (...)
(...) Cuando hoy en día, en Europa, con estudiantes universitarios uso el término "bienes comunes" (...) mis oyentes piensan inmediatamente en el siglo XVIII. Ellos piensan en las praderas de Inglaterra donde los aldeanos mantenían unas pocas ovejas, y piensan en "campos de pastoreo privados", que transformaron las praderas comunes en cercados donde el ganado se cría con fines comerciales (...) En su reacción inmediata, mis alumnos piensan en el surgimiento de un nuevo orden capitalista. Frente a esa dolorosa novedad, se olvidan que cercado también es sinónimo de algo más básico. El cercado de los bienes comunes inaugura un nuevo orden ecológico: El cercado no sólo transfiere físicamente, el control sobre las praderas de los campesinos al señor sino que también marcó un cambio radical en las actitudes de la sociedad hacia el medio ambiente. Antes, en cualquier sistema jurídico, la mayor parte del medio ambiente había sido considerado como patrimonio común del que la mayoría de la gente podía obtener la mayor parte de su sustento sin necesidad de recurrir al mercado. Después que se establece el cercado -la privatización de las praderas-, el medio ambiente se convierte en un recurso al servicio de "empresas" que, mediante la organización del trabajo asalariado, transformaron la naturaleza en bienes y servicios de los que dependen los consumidores para satisfacer las necesidades básicas.
(Fuente: http://www.preservenet.com/theory/Illich/Silence.html)

Por lo tanto, reconstruir los bienes comunales, no sólo las praderas, los lagos o los bosques, sino, también, las rutas donde no hay libre tránsito por el cobro de peaje, las calles o los barrios convertidas en pasarelas propagandísticas, requerirá de una formidable alianza política y moral entre el “pueblo social, principio, vigilante, veto, juez” que permita, a su vez, construir una Democracia Participativa y Sustentable a la que adhieran millones de nuevos sujetos históricos dispuestos a luchar por un mundo diferente al que hoy nos imponen los principios antropocéntricos de los países “desarrollados”; pero además, se requerirá de la lucha perseverante de numerosos movimientos mundiales que se nutren de las diversidades de todos y de las particularidades geográficas e históricas. Constituyéndose cada vez más en prácticas generalizadas como las del Foro Social Mundial y otras organizaciones sociales locales, nacionales y regionales.

Por supuesto que para sellar este acuerdo moral y a la vez sustentable, se requiere del compromiso de numerosos actores sociales, los que además de legitimarlo con normas jurídicas que apunten a la emancipación de las comunidades y a la independencia del sometimiento, vigoricen las formas de la libertad individual, el respecto a la vida, a la dignidad, la protección de los ecosistemas, la solidaridad propiciando el bien común y el respecto por la diversidad de las culturas.

Toda sociedad que desee hacerlo, no solo asumirá el compromiso, deberá afrontar la amenaza global de los poderosos, que siguen sosteniendo que el desarrollo social y económico se logra con las recetas de los numerosos organismos internacionales, que han generado mayor miseria y consecuentemente enormes dudas sobre su eficacia.

Es esta ineficacia la que ha movilizado a las organizaciones sociales a disciplinarse detrás de nuevas estructuras, para transitar hacia un futuro con desarrollo económico, justicia social y construcción de ciudadanía, sellando una alianza entre el libre albedrío y reglas éticas y morales sustentables en el tiempo, mediante una adecuada preservación del medio ambiente, con normas jurídicas que impongan una conciliación entre los diferentes intereses de las sociedades: la dignidad de una persona como la de un pueblo son el resultado de esa alianza y la caída en la indignidad es la consecuencia de su quiebre.

En 1983, la Organización de las Naciones Unidas le encargó a la Primera Ministra de Noruega, Harlem Brundtland que presidiera la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Comisión que elaboró un informe en 1987 titulado “Nuestro Futuro Común”, que sirvió como base para la Conferencia de Río de Janeiro en junio de 1992.

Allí se pudo leer la definición del desarrollo sostenible o sustentable, que se ha vuelto oficial: “El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. (ATTAC, 2008: 103)

Esta definición pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la acción de los poderes públicos en materia ambiental, además reúne en una misma problemática los problemas sociales, económicos y ambientales provocados por el desarrollo.

Las declaraciones que se emitieron y los acuerdos que se celebraron en estas “Cumbres”, presentan una gran cantidad de información sobre la situación de los pueblos latinoamericanos, especialmente en el plano alimentario y en el estado del planeta en término de sus recursos y equilibrios naturales, alertando a la opinión pública y a sus dirigentes sobre un “futuro comprometido”.

Sin embargo el informe se funda en contradicciones, cuando se aplican políticas económicas y sociales que rompen con todas las categorías morales, las mujeres y hombres pasan a ser medios de uso y abuso, pasando de sujetos a objetos. Una vez más la ética utilitarista de tradición anglosajona no puede, no desea, conciliar racionalmente una concepción de normas morales abstractas que, en materia social y ambiental, no favorezca a ningún grupo o individuo en particular, sino la valorización social del patrimonio natural común. En este sentido, como plantea ATTAC…
Hasta John Rawls, quien sin embargo había intentado plantear las bases teóricas universales para una sociedad justa, reconoció que la definición de una moral total abstracta era imposible. Volvemos a tropezar con la dificultad con la que se había enfrentado Kant: ¿tenemos derecho a actuar contra los derechos de uno solo por el bien de todos?. Entre los dos escollos, el del relativismo, que acepta que cada cultura defina por sí misma sus valores, sus normas y sus horrores, y el de una moral impuesta aplicada a todos, emerge, pues -o debería emerger-, poco a poco, una conciencia de la necesidad de establecer los límites de lo aceptable y lo inaceptable en lo relativo al respeto por la persona humana. Tal es, en todo caso, la lección de los genocidios que han jalonado la historia del siglo XX. La moral es un hecho social y no una verdad a priori que habría que descubrir. (ATTAC, ob. cit.: 138)

Esta globalización capitalista muestra una total incongruencia en materia de desarrollo y preservación ambiental, afectando los intereses de la pluralidad de valores y el consenso entre todos los hombres y mujeres de “Nuestra América” y el resto del mundo; porque los planes de ajuste estructural que hoy se aplican en muchos de los países miembros de la “zona del Euro”, es bien sabido que agravan las desigualdades así como los desastres ambientales.

No matar, no mentir, no saquear, no excluir, no humillar ni votar contra los pobres son cláusulas prohibitivas que se traducen luego, como derechos de ciudadanía de todas las Naciones. Estos deben ser los principales argumentos para alcanzar un acuerdo moral, al menos en la “Región”, que define de modo central la posibilidad de construir un futuro común, contando con un marco jurídico institucional que provea los instrumentos necesarios para concretar ese futuro común.

Las numerosas organizaciones sociales no gubernamentales se encuentran a favor de la lucha por la anulación de la deuda pública de los países del Sur, coinciden en que hay que exigir otro tipo de producción de las riquezas en el planeta y un modo de reparto radicalmente diferente de dichas riquezas entre los pueblos, esgrimiendo derechos y prerrogativas que hasta el momento no se usan. ¡BASTA DE HAMBRE!.

Esto, verdaderamente garantizará la equidad intrageneracional y la equidad intergeneracional, apostando a una nueva era de crecimiento, un crecimiento que sea vigoroso y, al mismo tiempo plural, social y ambientalmente sostenible, un crecimiento basado en las oportunidades e igualdad de principios de cada pueblo, un crecimiento que se traduzca en menos pobres en “Nuestra América”; para lo cual tendremos que evitar las palabras y los hechos sentenciados por Bertolt Brecht a través de esta ironía: “¡Qué tiempos estos en que hablar sobre árboles es casi un crimen porque supone callar sobre tantas alevosías!”.

Sabemos que lxs gobernantes tienen derecho a abrir el paraguas del “principio de precaución” para todo, de lo contrario estarían expuestos a la rutina de la condena diaria por parte de la prensa oligopólica. También nos consta que pueden ser objeto de condena cuando no lo abren… el asunto es que este principio consiste en afirmar que “¡cuando no se sabe nada, hay que preverlo todo, considerarlo todo!”.

Sabemos que en la práctica el principio de precaución consiste en tomar medidas adecuadas para asegurar el riesgo cero. Lo saben lxs quienes ejercen funciones gubernamentales, pero como también saben que el “riesgo cero” es imposible, su decisión suele ser: no hacer nada frente a las emergencias enumeradas anteriormente.

¿Y respecto de ese otro recurso retórico?, nos referimos al principio de la previsión y la prevención: “cuando se sabe, cuando se está en situación de prever lo que va a pasar explotando los conocimientos (tecno-)científicos establecidos y sólidos, no se hace nada”, ¿qué tendrían para decirnos además de que toda democracia liberal exige la adaptación del “pueblo elector” a la permanente vulnerabilidad social?

Gobernantes e intelectuales abocados a la implementación de políticas de I+D, no es nuestra intención movilizar el odio o el descontento de diferentes sectores del pueblo hacia Uds., procurando persuadirlos de que están mal asesorados o de que son cómplices de las corporaciones que vienen a realizar sus negocios. No se trata de ninguna de esas dos cosas, solo nos guía la perturbadora evidencia de su falta de responsabilidad, previsión e incompetencia para desarrollar políticas de intervención (tecno-)científicas que garanticen un verdadero desarrollo sostenible o sustentable.

Para finalizar, transcribimos un escrito anónimo recogido en Humahuaca (Jujuy), tomado de la página web de la Escuela de Educación y Formación Ambiental “Chico Mendes”:

Un día pregunté en casa,
abuelo, dónde está Dios,
mi abuelo se puso triste,
y así me contestó:
tu padre murió en la mina,
sin doctor, ni confesión,
lo enterraron los indios
a golpe de pala y tambor.
Tu hermano vive en el bosque
y no conoce la flor.
Roja sangre de un minero
lleva el oro del patrón.

Referencias bibliográficas:
- Allegre, C. (2004-2007): La sociedad vulnerable. Doce relatos de política científica, Paidós, Barcelona.
- ATTAC (2008): Primer Diccionario Altermundista, Le Monde diplomatique-Capital Intelectual, Buenos Aires.
- Bachelard, G. (1934-1988): La formación del espíritu científico, Siglo XXI, México.
- Datri, E. (2010): La tecnociencia y la tecnocultura en la era de la globalización, Miño y Dávila, Buenos Aires.
- Datri, E. (2012): (Des)Colonización de los Derechos Humanos (en proceso de edición, Ed. Miño y Dávila)
- Despeyroux, D. (2008): La escuela de los filósofos, Océano, Barcelona.
- David S. Egilman y Susanna Rankin Bohme: Corporate Corruption of Science and Its Effects on Workers and the Environment, in Internacional Journal of Occupational and Environmental Health, (Vol. 11, Number 4, October/December 2005), Abel Publication Services, Inc: 311.
- García Márquez, G. (2010): Yo no vengo a decir un discurso, Sudamericana, Buenos Aires.
- Gibbons, M. (1994): The New Production of Knowledge. The Dynamics of Science and Research in Contemporary Societies, Sage, Londres.
- Gurevich, R. (comp.) (2011): Ambiente y educación. Una apuesta al futuro, Paidós, Buenos Aires.
- Illich, I. Silence is a Commons (Tokio, Japón, 21 de marzo, de 1983). Fuente: http://www.preser venet.com/theory/Illich/Silence.html
- Jonas, H. (1973-1995): El principio de responsabilidad. Ensayo sobre una ética para la civilización tecnológica, Herder, Barcelona.
- Mántaras, M. (2005): Genocidio en la Argentina, Autores Editores, Buenos Aires.
M- orin, E. (1999-2002): Introducción a una política del hombre, Gedisa, Barcelona.
- Olivé, L. (2009): “¿Hasta qué punto los ciudadanos deben saber?”, en Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación. Proyectos de Divulgación y Cultura Científica, OEI.
- Pépin, Ch. (2006-2010): Una semana de filosofía, Claridad, Buenos Aires.
- Pestre, D. (2003-2005): Ciencia, dinero y política, Nueva Visión, Buenos Aires.
- Rimbaud, A. (2011): Iluminaciones, Eds. Libertador, Buenos Aires.
- Rosanvallon, P. (2006-2007): La contrademocracia. La política en la era de la desconfianza, Manantial, Buenos Aires.
- Rosanvallon, P. (1979-2006): El capitalismo utópico. Historia de la idea de mercado, Nueva Visión, Buenos Aires.

sábado, 17 de marzo de 2012

PENSAMIENTO ANDINO


El dibujo representa el resumen del pensamiento y cosmovisión del hombre andino, que Don Joan de Santa Cruz Pachacuti Yampi (1613), nos dice, que existió en el templo inka de Coriqancha en el Cuzco antes de la llegada de los españoles. En este dibujo se encuentran representadas las creencias religiosas, astronómicas y culturales de los pueblos andinos, que van más allá de solo creer en Wiracocha , el Sol o la Pachamama, si no en un universo más complejo, donde dioses, animales, estrellas y humanos conviven en un mismo espacio y tiempo, donde el dios Thunupa Wiracocha posee un lugar central junto a la Cruz del Sur (representada por las manos cruzadas).

Para comprender la cosmovisión Aymara reflejada en la imagen anterior, primero se debe entender que existe una concepción espacial para dividir los espacios sagrados en el mundo Aymara y para ello es necesario conocer y entender la palabra Pacha. PACHA, según la traducción de los lingüistas, hace referencia a tiempo y espacio, pero para el andino más bien, esta palabra va más allá del tiempo y el espacio, implica quizás el poder superar el tiempo y el espacio; una forma de vida, una forma de entender el universo. Esta división del espacio se divide en Alax Pacha, Aka pacha y Manqha Pacha.


ALAX PACHA: el mundo de arriba o celestial, esta integrado por: Dios Creador ( Sol Thunupa - Wiracocha ), La luna, El Rayo y los Achachilas .

Dios Creador (Sol - Thunupa - Wiracocha ) es fuente de vida, padre y protector de la humanidad y antecesor de la dinastía imperial, el sol fue el principal divinidad de los pueblos andinos, es por eso que en casi todos los mitos analizados figura como dios creador. Este dios creador también se le conoce con el nombre de Thunupa . Existen poca información sobre el legado de este dios ancestral, pues los españoles trataron borrarlo de la historia andina, sin embargo subsistió en la mente del hombre andino. La versión de Santa Cruz Pachacuti Yampi (1613) es la más completa y fiel de la leyenda de Thunupa , por ello, nos basaremos en ella para conocer al Dios Thunupa.


En la edad de las tinieblas o tiempo del purunpacha , los hap'iñuños y achacallas tiranos infernales, enemigos capitales del género humano se enseñorean del mundo. Entonces llega un pobre viejo flaco, barbudo y con cabellos como mujeres, y camisa larga y gran consejador en acto público y les decía que el hombre se llamaba thunupa
Thunupa es un hombre sabio que habla todas las lenguas mejor que los naturales. Recorre todo el Qollasuyu (región Aymara desde el Lago Titicaca al sur) enseñando a los naturales con gran amor y predicando su mensaje moralizador, mientras hace toda suerte de milagros y castiga a los que se niegan escucharlo.
El padre Ludovico Bertonio , quien fue el primer sacerdote en América en escribir el primer diccionario de Aymara a español nos dice de Thunupa Dios fue tenido de estos indios( ) uno que llaman Thunupa , de quien cuentan infinitas cosas. Thunupa trasmite los principios de la ética comunitaria, en que se basa la organización social andina.
Thunupa esta armado del rayo y de la luz, con los cuales derrota al genio maligno y aniquila a la primera humanidad convirtiéndolos en estatuas de pierda, destierra a las tinieblas e ilumina el mundo. Es una edad donde se transforma el mundo, pues se inicia la luz, el orden y la civilización, en otras palabras es el amanecer de la civilización andina. Después de destruir el mundo de las tinieblas el Dios creador Thunupa crean una nueva humanidad y les enseña el arte, la agricultura, la ingeniería, la cultura, etc., así surgen las ciudades e instituciones en el mundo andino.
El dios creador es el principio energético y vital que crea, anima y ordena el cosmos; no es una fuerza desbocada y devastadora como la contenida en el terremoto, si no una forma de energía controlada y sometida a un orden, la cual opera como una potencia constructiva. Al ponerse en movimiento, este principio energético ordenador crea el mundo, a los astros y a la humanidad, engendra y protege la vida, y es fuente de fertilidad y abundancia.

Al simbolizar el orden vigente, los dioses de arriba son los máximos exponentes de los valores. Thunupa o Wiracocha , es el Dios Celeste que es laborioso, trabajador, diligente y “empeñoso como el fuego”, es sabio, pues comprende la naturaleza y conoce sus secretos; y dado que combina esta sabiduría con su capacidad de trabajo es hábil, diestro y lo hace todo con facilidad, es el maestro por excelencia y profeta moralizador. Por último en su calidad de dios guerrero invencible, es modelo de valentía y belicosidad.

Thunupa como Dios universal y omnicomprensiva , incluye a si mismo a todas las divinidades y participa en todos los opuestos. Así, una invocación recogida por Guaman Poma dice en el año 1615:
“ Dios Wiracocha ( thunupa ), fundamental y presente, ¿Dónde estas?
¿ en la tierra superior? ¿ en los lugares profundos?
¿ o en esa tierra cercana y fundamental?.
Creador del hombre, que lo configuraste de la tierra,
que hicisteis este mundo y todo lo que existe”.




La tradición oral en Parinacota da cuenta que es Thunupa es el anciano de la leyenda de pusiri collo y quien en Iquique toma en nombre de Tarapacá cuyas representaciones estan en Salar de pintados y otros zonas de la comuna de Huara .

Al final de ésta era Thunupa , es seducido en Copacabana por mujeres sirenas y muere en el mismo lago Titicaca y su cuerpo desaparece con la promesa de volver algún día. Después de la invasión y conquista española y la religión católica se agregan al Alax Pacha Dios padre, Jesucristo, los Santos y la Virgen María (que no es otra que la pachamama).


La Luna , estaba representada por con un rostro de mujer labrada en plata. Llamada Phaxsimama en Aymara y era la señora del mar y de los vientos, de las reina y princesas y del parto de mujeres y reina del cielo. Regía además el calendario y las festividades andinas.

El Rayo , poseía el tercer lugar de veneración. Imaginaron en tiempos prehispánicos imaginaron que era un hombre que estaba en el cielo formado de estrellas, con una maza en la mano izquierda y una honda en la derecha, vestido de lucidas ropas, las cuales daban el resplandor del relámpago cuando se volvía para tirar la honda; y que el estallido de ella causaba los truenos, los cuales daba cuando quería que cayese agua. El rayo o Illapa , era el responsable de la caída de la lluvia, el granizo, la nieve y las tempestades, y consiguientemente estaban a su cargo la abundancia de los alimentos y la multiplicación de los hombres. Se le consideraba también el encargado de los soldados y de los asuntos bélicos, y como tal era llevado a las expediciones guerreras en tiempos prehispánicos.

Los Achachilas , no obstante pertenecen al Aka Pacha, los espíritus de las montañas estan estrechamente vinculados con el Alax Pacha, debido a su carácter de mediadores entre este mundo y el mundo de arriba, aunque tienen también relación con el subsuelo. El extirpador de idolatrías (el extirpador es un cura con atribuciones judiciales para exterminar toda costumbre andina, por ello se exterminaron pueblos enteros como Mollepampa en el Valle de Lluta y Pubriza en Azapa a comienzos del año 1600 ) Arriaga dice:


“ A cerros altos y montes y algunas piedras muy grandes también adoran y mochan, y les llaman con nombres particulares y tienen sobre ellos mil fábulas de conversiones y metamorfosis y que fueron antes hombres que se convirtieron en aquellas piedras ” .

Después de la invasión y conquista española y la religión católica se agregan al Alax Pacha Dios padre, Jesucristo, los Santos y la Virgen María (que no es otra que la pachamama).

MANQHA PACHA: es el mundo de abajo, desconocido o lugar tenebroso donde habitan los espíritus malignos como el: Genio maligno, la serpiente, supaya y wari.

El genio maligno , es un personaje subterráneo y arcaico asociado con la oscuridad que se encuentra representado con seres que habitan en la profundidad de la tierra. Es en si una divinidad que no se puede controlar por el hombre y se encuentra representada por las serpientes y pachacamac.


La serpiente , llamada Katari por los Aymaras, es un ser monstruoso y maligno, investido de poderes sobre naturales. Katari es por tanto una enorme serpiente subterránea que arroja fuego y que ocasiona movimientos sísmicos, catástrofes y muertes; una divinidad crónica temible que encarna las fuerzas naturales que el ser humano es incapaz de controlar. Los terremotos, pestes y catástrofes con que se asocia a la serpiente son amenazas de la naturaleza salvaje contra el orden civilizado, y asimismo señales de pachacuti o cataclismo transformador que conmueve desde su base a la organización social. La serpiente es por tanto una divinidad que se opone al orden establecido. Antes de la llegada de los españoles existieron una serie de templos dedicados a la serpiente en las ciudades del Cusco, Tiwanaku, Chavin y Catac entre otras.

Wari - Sireno, es un dios de gigantesca fuerza, que recibía culto en los templos subterráneos donde existía un oráculo, que estaba asociado a los manantiales y al viento huracanado y que se transformaba en víboras, arañas, lagartijas y gusanos. En la Provincia de Parinacota Wari recibe el nombre de sireno.

Supaya – Anchanchu (tío), durante el periodo prehispánico tuvo una fuerte connotación maligna, pues se apoderaba del cuerpo de los hombres causándoles graves trastornos. Esta divinidad habita en el subsuelo y las tinieblas con otros espíritus malignos.


En el suelo habitan los seres tenebrosos y malignos que se enseñorearon de la tierra. Todos tienen la potestad sobre las fuerzas naturales destructivas que acechan al hombre. Estos seres del subsuelo son también los que gestan el Pachacuti o cataclismo transformador que conmueve al mundo. El Manqha Pacha simboliza así el oscuro pasado remoto de la humanidad: lo salvaje, lo indómito, lo silvestre y lo no domesticado, el desorden, le furor destructivo, cruel y sanguinario. Estos son los atributos negativos, rechazados y reprimidos de uno mismo.

Desde la llegada de los españoles los demonios cristianos ha sido colocados dentro del Manqha Pacha para darle el tenor del infierno de la religión católica. De igual dorma en muchas regiones andinas los propios españoles han sido colocados como demonios que han venido a alterar el mundo, un ejemplo de ello es el baile de la diablada y otros que son una expresión de burla al español.

AKA PACHA: Este mundo o planeta tierra, conceptualizado sacramentalmente como “Pachamama” o sea “Madre tierra”.


La Pachamama, es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad; una divinidad agrícola benigna, concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. No toda la superficie de la Tierra corresponde a la Pachamama; los terrenos incultos, las punas áridas y los desiertos son dominio de otras divinidades salvajes. La Pachamama es sólo tierra fértil que alimenta a los hombres; la tierra domesticada por el trabajo y el ingenio humano, es decir el espacio humano. La Pachamama vendría a ser pues la diosa de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y los estados andinos.

La pachamama es la síntesis entre la naturaleza silvestre del Manqha Pacha y el principio civilizador del Alax Pacha; es la mediadora entre estos niveles porque participa de los dos y recibe la influencia de ambos. A pesar de ser una diosa benigna la Pachamama es capaz de enojarse y castigar sin misericordia a la humanidad.

La Mama Quta, es una divinidad femenina benigna y protectora, que se encuentra representada por el mar, los lagos y lagunas.

Pakarina, Se encuentra representado por cuevas o lagos de donde se originaron los humanos y el héroe civilizador. Esta asociados a los espíritus protectores y benignos de las comunidades.

El Aka Pacha es el nivel intermedio entre el Alax Pacha y el Manqha Pacha. Allí las fuerzas contrapuestas de arriba y abajo se encuentran y libran sus batallas o se complementan en sistesis generadora. De esta manera, la mujer madre recibe las acciones del Dios Creador y del Genio Maligno, y en su seno conjunciona a estos principios opuestos para dar origen a la humanidad y a la civilización. Es por ello que esta entidad mediadora constituye el núcleo o centro (Taypi) de la creación.


En parte importante de la región andina el Alax Pacha es representado por el Cóndor; El Aka Pacha por el Puma y el Manqha Pacha por la serpiente Katari

jueves, 15 de marzo de 2012

Declaración Facultad de Ciencias Médicas de Rosario

Rosario, 10 de febrero de 2012



VISTO:

La problemática que atraviesa nuestra región y nuestro país,
vinculada al avance de un modelo productivo extractivo como el de la
minería a cielo abierto y la agroindustria y;

CONSIDERANDO:




Que, la Facultad de Cs. Médicas de la UNR, ya tiene antecedentes
de pronunciarse en temas neurálgicos que vinculan la salud, el ambiente
y modelos productivos, como el ingreso de Basura Nuclear a nuestro País,
la Instalación y proliferación de fábricas de pasta de celulosa en la
región, el avance de la destrucción de los montes nativos, entre
otros;


Que, en abril del año pasado, se desarrolló en nuestra Facultad
el 1er. Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental, organizado por
la Materia Salud Socioambiental de esta Casa, en el que participaron más
de 350 personas, de ámbitos académicos, movimientos sociales, áreas
gubernamentales de mas de 11 provincias argentinas y 9 países de América
Latina), cuya declaración final concluye:
“En todo nuestro continente se viven situaciones que responden a
la transferencia de modelos productivos que enferman y matan hacia
nuestras tierras.
El proyecto de traslado de industrias sucias a nuestros países,
impulsado por el Banco Mundial (tal cual lo establece el memorándum de
Lawrence Summers de noviembre del año 1991), se está llevando a cabo con
la complicidad de las autoridades locales, bajo la espúrea dicotomía
“trabajo vs. salud”.





La enajenación de la tierra, el despojo a los campesinos, la
depredación de la fauna ictícola en ríos y mares, el avance de la
explotación minera, la contaminación y desaparición de cursos de agua,
la utilización de millones de litros de agrotóxicos en las fumigaciones
de los campos con soja, maíz, hortalizas, frutales, etc. y el avance de la frontera agropecuaria en
desmedro del monte nativo, son
determinantes dañinos de la salud de los ecosistemas de los que los
seres humanos somos parte.
Concentraciones Urbanas, Agrotóxicos, Transgénicos, Minería,
Pasteras, Represas, Centrales Nucleares, Contaminantes Químicos,
Biodiversidad Diezmada, Destrucción de Territorios y Poblaciones en
franca diáspora despojadas de los bienes comunes, forman parte de
nuestras cotidianeidades, y deben ser identificadas como
problemas del campo de la salud por los responsables de definir
políticas públicas.
Existen ya pruebas científicas concluyentes acerca de los daños
que a la salud de los ecosistemas y por tanto de los humanos, provocan
los modelos productivos que se están imponiendo en nuestros
países,
por lo que resulta inaceptable
la excusa de los responsables políticos que se escudan en la
supuesta debilidad de las mismas en lugar de aplicar el principio
precautorio.”
Que el mencionado documento del Banco Mundial, conocido
como el “Informe Summers”, aconseja “que una cantidad dada de
contaminación perniciosa a la salud debe hacerse en los países de menor
costo, que son los de menores salarios” y en la “escasa incidencia del
cáncer en las comunidades donde ya se mueren tempranamente por otras
causas”;
Que en este sentido puede entenderse el avance en nuestros
territorios de modos de producción altamente contaminantes, como ser la
agroindustria transgénica dependiente de tóxicos, la minería a cielo
abierto, la fabricación de pasta de celulosa, la producción de aceites
vegetales, la extracción de petróleo, entre otros;
Que para llevar adelante esa estrategia se vulneran los
derechos de los ciudadanos a nacer, crecer y desarrollarse en un
ambiente saludable;

Que en el caso de la minería las fuentes de contaminación pueden ser: tajos y galerías, pilas de
lixiviación, escombros, colas;

Que éstas áreas no siempre son controladas y en ellas se
encuentran contaminantes tóxicos que se filtran al ambiente;




Que la actividad minera que se desarrolla a cielo abierto e
implica la utilización de procedimientos químicos para la extracción de
metales, daña severamente el ambiente y en consecuencia a los seres
humanos y sus comunidades;

Que uno de los componentes fundamentales en el proceso de
extracción de minerales a cielo abierto es el cianuro, (compuesto químico a base de carbono y nitrógeno, conocido desde
hace varios cientos de años por sus propiedades biológicas tóxicas y su
capacidad de unirse fuertemente a metales);

Que en promedio para extraer un gramo de oro (1 gr) es preciso
pulverizar 4.000 kg (4 tn) de piedras y disolverlas con casi 4 kg (4.000
grs) de cianuro.

Que entre las características tóxicas del cianuro está la
de bloquear la enzima citocromo oxidasa de las mitocondrias, con
lo que interfiere en el proceso de respiración celular, llevando a la
muerte de los organismos que intoxica;

Que otro de los elementos utilizados en los procesos megamineros
extrativistas que se intentan imponer en nuestra región, es el mercurio,
(metal pesado, con propiedades neurotóxicas);

Que en el caso específico de la minera Bajo La Alumbrera,
está
autorizada a consumir 100 millones de litros de agua por día de la
reserva acuífera del Campo del Arenal; alto consumo (casi el doble del
consumo de toda la Provincia de Catamarca);

Que el informe “Impacto de la megaminería sobre las poblaciones locales
en Argentina” elaborado por Juiette Renaud, Asesora del Premio Nobel de la
Paz Adolfo Pérez Esquivel, asegura
que “el impacto mas grave de os grandes proyectos mineros es la
contaminación del agua, en estanques, arroyos, ríos y lagos de la
región”, aunque también “contamina lso suelos, lo cual tiene un impacto
fuertemente negativo sobre la vegetación y la productividad de los
mismos”, a partir del depósito de partículas sedimentadas por el vertido
de productos químicos, por filtración a partir de los
lixiviados;

Que las poblaciones son expuestas entonces a consumir alimentos,
agua, respirar aires, contaminados por productos químicos presentes en
el ambiente a partir de estos modos productivos;




Que ya existen causas judiciales abiertas por contaminación y
daño a la salud y al ambiente de este tipo de modelos extractivos, uno
de los cuales es el iniciado por el Fiscal de Cámara de Tucumán, quien
denuncia a la Minera La Alumbrera, y prueba la presencia en agua de
Arsénico en valores 20000 veces superiores a los permitidos por la
legislación, así como de Cadmio (5000 veces mas), Cobre (20 veces mas),
Mercurio (10000 veces mas), Plomo (60 veces mas), Selenio (1000 veces
mas);

Que éstos emprendimientos, en nuestro País, ya han sido
responsables de al menos 4 derrames (17/9/2004, 10/6/2006, 12/6/2006 en
Villa Yil y Diciembre de 2008 en Ampujaco);

Que, como documenta la Universidad Nacional de Córdoba en su
Resolución HCS Nº 1308/2009: “En marzo de 2007 la Secretaría de Minería de la Nación elaboró
un informe en el que se refiere a los elevados contenidos de metales en
el canal DP2 indicando que el efluente de la planta de tratamiento de
Minera Alumbrera presenta concentraciones de sólidos totales disueltos
(SDT) sulfatos y molibdeno detectadas en el comienzo del canal que
superan los límites normados” lo que evidencia la debilidad de las
autoridades de control para evitar riesgos;

Que, por ejemplo, un estudio de la Universidad de Jujuy, reveló
que “el 81% de los niños de Abrapampa, Jujuy, tienen plomo en sangre en
cantidades dañinas para su salud” (en esa localidad funcionó la Mina
“Pan de Azúcar”, y aún funciona la mina “Pirquitas”);

Que
en nuestro país, el “Informe preliminar sobre vulneración de derechos y
conflictividad socio-ambiental minera” presentado ante la Defensoría del
Pueblo de la Nación por la Red de Asistencia Jurídica contra la
Megaminería a fines de 2011, contabilizó 121 proyectos en “exploración
avanzado” (en los que ya se conocen las ubicación y calidad de las
reservas pero aún no se resuelve la solvencia económica para dar inicio
a la explotación), encabezando la lista Santa Cruz (36 proyectos), Salta
(17), Chubut (14), San Juan (11) y Jujuy (8), le siguen Neuquén (7);
Mendoza, La Rioja y Río Negro (6 cada una) y Catamarca (4).

Que según dicho informe “Los proyectos son propiedad de 51
empresas, sólo dos de capital nacional y 49 de capital transnacional:
Canadá, Reino Unido, Australia, Estados Unidos y Suiza (entre otros)”,
advirtiendo que “la
instalación de transnacionales mineras implica diferentes conflictos
sociales, jurídicos y ambientales, entre los que destacamos la
utilización intensiva de químicos de alta toxicidad y el consumo masivo
de agua y energía, situación que coloca a la actividad en una condición
estructural de tensión con las poblaciones y actividades económicas
locales”.


Que según el informe “Renaud” ya mencionado“, las grandes
empresas trasnacionales consiguieron ampliar su área de influencia
gracias a una supuesta “acción social y comunitaria” en los pueblos en
los cuales se instalan, otorgando subvenciones a instituciones
comunitarias (hospitales, escuelas, etc), hecho que debilita el
argumento de las “licencias sociales” garantizadas;

Que se han hecho públicas las pruebas que vinculan a
representantes de las empresas mineras con actividades de “espionaje e
inteligencia” contra los vecinos movilizados en defensa de la vida y el
ambiente saludable;


Que en los últimos días hemos sido testigos de cómo las fuerzas
de seguridad del Estado (primero) y grupos para-policiales y promineros
(luego), han ejercido acciones de vulneración de los derechos
constitucionales de muchos ciudadanos y ciudadanas de las regiones en
conflicto, llegando incluso a lesionar físicamente a
manifestantes;

Que la Constitución Nacional en su arto 41, primera parte,
establece que "Todos los habitantes gozan del derecho a un
ambiente· sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y
para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y
tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará
prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la
ley.";

Que, como dictaminó la Universidad Nacional de Córdoba, al
rechazar los fondos provenientes de la Minera Bajo la Alumbrera
“, el Estado Nacional al haber asumido el compromiso como
integrante de la comunidad internacional, de trabajar en pro de la
protección del medio ambiente sano en cuanto indispensable para el
desarrollo integral del ser humano y al haber reconocido en numerosos
instrumentos internacionales y regionales (i) Sistema Internacional:
D.U.D.H. de 1948; P.I.D.E.S.C. de 1966; P.I.D.C.P. de 1966; Protocolo
Facultativo del P.LD.C.P.; Declaración de Estocolmo de 1972. en
particular principios 1 y 2; Carta Mundial de la Naturaleza de 1982, en
particular principios generales; Declaración de Río de Janeiro sobre
Medio Ambiente y Desarrollo 1992, en particular principios 1, 2, 3 y 4;
Declaración y programa de Acción de Viena de 1993, en particular art.
11; Convención de Estocolmo sobre Contaminación Orgánica persistente de
2001; Sistema regional: D.A.D.H. de 1948, en particular arto XI;
C.A.D.H.
de 1969; Protocolo de San Salvador de 1998, en particular arto 11; Carta
Democrática Interamericana de 2001, en particular art.1; Resolución de
la O.E.A. n° 1871/02 sobre Promoción de la Responsabilidad Social de las
empresas del hemisferio) debe por tanto realizar todas las acciones
positivas necesarias tendientes a garantizar estas premisas, a través de
un marco regulatorio y normativo que efectivice la protección al medio
ambiente, y de la implementación de mecanismos de control permanente de
la explotación de recursos naturales”;



Que, como decimos anteriormente, también se identifican
movimientos sociales de resistencia y preocupación por la salud de
quienes son expuestos a los procesos de fumigación necesarios para la
explotación agroindustrial;

Que en este sentido, nuestra Casa, viene desarrollando una tarea
de investigación-acción-participativa, con comunidades de nuestra
región, a traves de los Campamentos sanitarios de la Práctica Final,
desde los cuales se ha logrado evidenciar las modificaciones de los
perfiles de morbimortalidad de las comunidades expuestas a esos modelos
productivos;

Que el Plan Agroalimentario Nacional que prevee alcanzar la
cantidad de 160 millones de toneladas de granos para el 2020, es un aviso de
profundización de un modelo extractivo de agua, fósforo y demás
nutrientes de nuestros suelos, asi como de incrementos siderales en los
volúmenes de agrotóxicos a utilizar y con los que se rociarán a nuestras
comunidades;

Que los hambrientos del mundo no dependen de la capacidad comercial
de 400.000 agronegociadores del planeta, sino de la revitalización y
devolución a la ruralidad de 1500 millones de agricultores locales, con
semillas propias y mercados de intercambios y comercios en escalas de
cercanías;

Que la política económica nacional, parece estar siendo ordenada
en función de la lógica de enfrentar a la defensa de la salud con la
posibilidad de generación de trabajo, y eso es, cuanto menos,
errado;

Que entendemos, como Julio V. González, que “la conquista de la Universidad, es solo un medio para lograr el
supremo fin de transformar con sus propias manos al país,
revitalizándolo mediante la implantación de una democracia social, donde
la riqueza no sea el privilegio de unos pocos, el bienestar un lujo y el
trabajo una maldición”;

Que quienes entendemos la Salud como el
ejercicio del derecho a luchar por una vida digna para todas y todos,
fortaleciendo las diversidades y deconstruyendo las hegemonías, debemos
asumir, como expresa Giovanni Berlinguer, “el deber social de informar a la población y a las
instituciones sobre la amenaza que el sistema de globalización
neoliberal significa para la salud y la seguridad de la
comunidad”;

Que la Universidad Nacional de Rosario, en el artículo 1 de su
Estatuto, incisos “f” y ”g”, define claramente entre sus principios
constitutivos el desarrollar sus funciones en un marco de irrestricto
respeto por el medio ambiente y garantizar y sostener el respeto
irrestricto por los derechos humanos,



Que nuestra Casa de Estudios, tiene como visión ser una
Institución que fomente el compromiso personal, grupal, institucional y
colectivo de todos sus claustros con las organizaciones y comunidades
de nuestra sociedad,

Que asimismo, es misión de esta Facultad, construir aprendizajes,
producir saberes, promover la circulación democrática de conocimientos
para mas y mejores praxis, en convergencia con sólidos preceptos morales
y compromiso ético con el
irrenunciable Derecho a la Salud, formando profesionales al
servicio solidario con el bien común de las comunidades en el orden
local, provincial, nacional, latinoamericano e internacional;

Por ello,


EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA FACULTAD DE CS. MEDICAS DE LA
UNR
RESUELVE:

Art. 1.- Solidarizarse con las comunidades afectadas por
los modelos de producción extractivistas que comprometen la salud de los
ecosistemas y, por tanto, de los seres humanos.
Art. 2.- Apoyar los reclamos de los ciudadanos en lucha por
la defensa de la vida digna en un ambiente saludable, repudiando los
actos de violencia en todas sus expresiones.
Art. 3.- Solicitar al Gobierno Nacional, asuma la
responsabilidad de garantizar a todos los ciudadanos de que habitan
nuestro suelo, la plena vigencia de sus derechos humanos, frenando las
acciones represivas sobre los movimientos sociales.
Art. 4.- Convocar a todos sus equipos docentes y de
investigadores, a ponerse a disposición de las comunidades afectadas por
los modelos de producción contaminantes, a los efectos de cumplir con la
Visión y Misión de nuestra Casa.




Art. 5.- Invitar al Consejo Superior de la UNR a hacerse
eco de la presente resolución.
Art. 6.- De forma



Prof. Dr. E. POLLASTRI Prof. Dr. R. NIDD
Prof.
Lic. L. RÖHNER
Docente
Docente
Docente

Prof.
Dr. D. VERZEÑASSI Prof. Dr. F. SERRA Prof. Dr. A.
TORRIGGINO
Docente
Docente
Docente


Dra. Ma. C. BOGUE
Sr. D. PUEDE

Graduada
Estudiante
CONSEJEROS
DIRECTIVOS DEL
FRENTE
INDEPENDIENTE – Facultad de Cs. Médicas - UNR